Insyde impulsa el establecimiento de observatorios de seguridad sobre diversos ángulos de la seguridad humana, la dinámica del problema de la inseguridad, así como los temas vinculados a esto. El Instituto estableció una alianza estratégica con el Instituto Cisalva, de Colombia, para la instauración de observatorios en México y proporciona asistencia técnica y metodológica para estas aplicaciones a instancias gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil e iniciativas ciudadanas que lo requieran.
Insyde tuvo a su cargo el desarrollo técnico de los indicadores del Observatorio Nacional Ciudadano de la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, diseño e implementó el “Observatorio de los derechos humanos de las personas migrantes” (link a la página del Observatorio) y ha participado en el desarrollo de observatorios como el “Observatorio Ciudadano de Seguridad en el Estado de Querétaro”, “Monitor Civil de las Fuerzas Policiales en la Montaña de Guerrero” (Tlapa, Gro.), “Observatorio sobre Seguridad y Violencia en los Valles Centrales de Oaxaca”, del “Observatorio sobre Seguridad Ciudadana”, en Naucalpan, Estado de México, y el “Proyecto de Participación y Convivencia Social para el Fortalecimiento de la Industria Petrolera”, en Papantla, Veracruz, financiado por Petróleos Mexicanos (PEMEX).
El monitoreo de los delitos y la violencia implica establecer una metodología e instrumentación que definan indicadores y variables para atender por igual las denuncias interpuestas ante instituciones de control como la policía y el sistema judicial, y encuestas de victimización implementadas por órganos autónomos.
Conocer los niveles de violencia, evaluar los sistemas de seguridad y monitorear e incidir en políticas públicas son los puntos centrales que se busca cubrir con la construcción de un Observatorio Ciudadano. La creación de este tipo de órganos está encaminada a implementar plataformas idóneas en las que la participación de la sociedad civil determine la metodología y la línea de acción a seguir. Para tal fin, Insyde ofrece a la opinión pública 11 puntos esenciales para poner en marcha un Observatorio Ciudadano de la Seguridad y la Violencia: